El Día Nacional de Lucha contra el Acoso Escolar, un asunto importante para el bienestar en la institución, celebra en 2025 su 10º aniversario.
Desde 2022, la ley Balanant considera el acoso escolar como un delito castigado por la justicia francesa. Durante este período, se han registrado 10.100 casos en Francia, según una nota conjunta de los ministerios de Educación Nacional y de Justicia. De 530 denuncias a la justicia en 2022 a 6.100 en 2024, lo que, según ellos, refleja más una “conciencia creciente” sobre este tema que un aumento real de los casos.
¿Cómo definir el acoso escolar?
Si una persona o un grupo de personas molesta repetidamente a una o varias otras personas, ya sea con insultos, burlas, violencia física, mentiras o rumores, o difamación, estamos hablando de acoso escolar. Se considera el carácter repetitivo y degradante de los actos basados en alguna diferencia (de vestimenta, de apariencia física, de creencias, de opinión, de origen). Comportamientos de los cuales los autores no siempre son conscientes del daño que pueden causar.
¿Cómo reaccionar?
Es fundamental poner fin a las dinámicas de acoso escolar en sus primeras etapas. Como víctima, uno podría pensar en ignorar las burlas, intentar desvincularse de ellas, pero estas podrían continuar. Se puede tratar de explicar que esto nos duele, pedir que paren, no defenderse causando daño, ya que eso solo intensifica la violencia. Si no, hay que pedir ayuda lo antes posible a personas de confianza: padres, personal escolar, amigos, profesores, psicólogos. Como testigo, no ocultes la situación, atrévete a decir las cosas. Atrévete a señalar a un compañero o varios que no les gustaría que les hicieran lo mismo que están haciendo, pídeles que paren y confronta su comportamiento de manera constructiva.
Tanto las víctimas como los testigos pueden intentar entender las motivaciones de la persona que acosa, preguntándole por qué, sin estigmatizarla. El objetivo es que el agresor se dé cuenta de lo problemático de su comportamiento y lo rectifique para ser más respetuoso con sus compañeros.
Estos roles no son fijos, lo que hace difícil identificar y comprender el acoso escolar.
Una encuesta realizada por Ifop (Instituto Francés de Opinión Pública) el mes pasado, entre estudiantes de secundaria y preparatoria, afirma que el 17% de los alumnos ha vivido situaciones de acoso escolar durante su escolaridad, mientras que el 7% reconoce haber sido autor de acoso. Otra estadística de la encuesta muestra que dos de cada tres agresores han sido ellos mismos víctimas. Esto demuestra que la violencia se autoalimenta.
Ser todos amigos no es realista, pero compartimos las mismas clases, el mismo establecimiento. Debemos aprender a vernos como compañeros, colegas, y por lo tanto, a respetarnos mutuamente, siempre intentando ser amables.
Artículo realizado por Carlos Puente – 6°A, Sara Molina – 6°D, Luciana Loza – 6°D
y Nicolas Chantier-Moltrecht, Service Civique.